top of page

Al parecer, los “fantasmas” que mi padre pintaba, no sólo vivían en las paredes, sino que además, dejaban allí, sus mensajes escritos.

 

Signos cuyo alfabeto resulta desconocido. Mensajes sin traducción, gritos sin sonido. Firmas irreconocibles. Garabatos , balbuceos, huellas…

 

¿Qué encontraba mi padre en esos  signos que descubría en las paredes?

¿La impotencia de seres sin idioma?  ¿La desesperación, la tortura del silencio?

 

No sé cual era el propósito consciente de mi padre a emprender estas obras. Recuerdo que mencionaba que las paredes le resultaban “elocuentes”…

 

¿Habrá descifrado él mismo, por un segundo, estos mensajes anónimos y salvajes?

 

El misterio que envuelve esta serie de obras, me hace pensar en la imposibilidad de hablar, de decir… de ser…

 

¿Quiénes han dejado esos mensajes escritos en las paredes?

 

¿Seres que tal vez no saben pronunciar ninguna palabra, rodeados de una abrumadora indiferencia?.

 

¿Habrá sentido mi padre que cada hombre está condenado a vivir y morir dentro de sí mismo, como en una prisión, sin poder llegar a formular, y tal vez, ni siquiera a entender sus propios secretos?

El Idioma de los Fantasmas

bottom of page